«Han pasado unos meses desde aquel día tan especial y con la perspectiva que da el tiempo podemos afirmar que no podríamos haber elegido un lugar mejor para celebrar nuestra boda. El lugar es idílico e invita a disfrutar de todos sus rincones. Nos trataron como si fueramos de la familia durante todo el proceso de preparación del banquete y se adaptaron a todas las ideas que se les propuso. Y cuando llegó el día nos pudimos despreocupar y centrarnos en los invitados ya que sabíamos que tanto Leonor como Laura se iban a ocupar de todos los detalles, que no eran pocos, para que todo saliera perfecto, y así fue. Les estaremos siempre agradecidos. Todos nuestros invitados se sintieron como en casa, se lo pasaron en grande, y nos felicitaron por la elección.»