Es difícil plasmar los sentimientos en palabras sobre todo cuando ese día fue tan especial para nosotros.
Todavía nos acordamos del día que conocimos a Leo, como nos transmitía su amor y devoción por lo que hace, brillaban sus ojos hablándonos de la bodega y todos los eventos que habían organizado.
Enseguida nos enamoramos de las bodegas por su luz y su magia y nos dimos cuenta que ese era nuestro sitio, ahí era donde queríamos construir los recuerdos de nuestro día.
Y no nos equivocamos!!
Siempre que pensamos en ese 22 de junio, se nos ilumina la cara, llenándonos de emociones y recuerdos bonitos, pero todo ello no hubiera sido posible sin Leo, Laura y todo el equipo, porque gracias a ellos todo fue perfecto, disfrutamos sin preocuparnos por nada porque sabíamos que todo iba a salir bien, Y sobre todo hacen que todo sea fácil.
Gracias por un día inolvidable y gracias por formar parte de el.