Aún recordamos como si fuese ayer aquella mañana fría de febrero en que visitamos la bodega Lalanne por primera vez, antes de ir algo nos decía en nuestro interior que ése iba a ser el lugar idóneo para celebrar nuestro enlace.
Mary conocía a Leonor y a su padre Francisco desde hacía algún tiempo, ya que cuando vinó a vivir a estas tierras y probó su vino se enamoró e hizo que yo me enamorase también. Una vez que recorrimos todos los rincones de la bodega, el jardin, el salón de barricas, el patio interior, los salones… y como no, su museo, nos ilusionamos todavía más, era el lugar perfecto, naturaleza y una de nuestras grandes pasiones.. EL VINO!! unidos en conjunto creaban para nosotros todo los requisitos que necesitábamos para celebrar el que sería nuestro GRAN DIA.
Además Leonor es una persona impecable, la cual nos trasmitió mucha confianza y serenidad, ya que vive y disfruta de su trabajo, al igual que su hermana Laura, la cual también estuvo pendiente desde el más mínimo detalle, a la que le agradecemos la bonita mesa de chuches que decora en cada evento con especial cariño e ilusión.
El día de la boda fue inmejorable, no tuvimos que estar pendientes de nada ya que para eso estaba todo el equipo haciendo que todo fuera posible, y todo salió genial 😀 , los invitados salieron encantadísimos, no paraban de agradecernos por el día tan mágico que estaban viviendo en ese entorno, gracias al equipo que forma bodegas Lalanne y el grupo Mas Farre, a quienes estamos muy agradecidos por el cariño y la profesionalidad que les caracteriza. PARA REPETIR!!!!!!!
Fotos realizadas por Silvia Digital.