Sin duda, es una elección de éxito y un lugar con magia.

Esa magia que nos atrapó desde el primer día, esa magia que hizo volar nuestra imaginación y nos trasladó por momentos al día de nuestra boda, y, especialmente, esa magia también se convirtió, durante todo el proceso, en un sentimiento de seguridad, tranquilidad y profesionalidad que todo iba a salir bien, y así fue, nuestra imaginación se hizo realidad, y ésta la superó con creces.

Ese día, las lámparas del salón brillaban con más fuerza si cabe, el patio, sus luces y los jardines parecían de cuento.

Gracias Leonor, Laura, en definitiva, gracias Lalanne, por vuestra profesionalidad, pasión y dedicación, gracias por hacernos sentir únicos ese día, todas nuestras palabras siempre serán de agradecimiento.

Jose y Vero. 13 julio 2019.

 

 

Boda de Vero y Josete