¡Se puede decir que lo nuestro con las Bodegas Lalanne fue un auténtico flechazo!

Desde que nos pusimos en contacto con Leonor, nos mostró las instalaciones y todas las posibilidades que sus espacios ofrecían, sabíamos que ese era nuestro lugar. 

El trato es muy profesional y cercano, en todo momento sientes que está todo controlado. 

Ha pasado el tiempo y en el recuerdo queda lo inmensamente felices que fuimos, tanto ese gran día como los meses previos de preparación y los (¡muchos!) meses posteriores en los que no puedes dejar de sonreír al recordar con detalle el haber podido disfrutar plenamente, con la relajación de saber que todo estaba bajo control, aún siendo una boda bastante numerosa. 

Una vez más, agradecer a Leonor, Laura y todo el equipo de Bodegas Lalanne por tan bonita experiencia. ¡Sois parte de muchos recuerdos inolvidables!