UN SUEÑO HECHO REALIDAD
Parece un tópico pensar que una boda es un día de ensueño, pero cuando eliges a los mejores profesionales, no hay duda de que será así. Y así fue. Un día espectacular, lleno de emociones, de alegría, de amor, mucho amor. Y no solo por nuestra parte o nuestros más allegados, sino también amor y cariño por parte de la familia Lalanne, que hacen de ese día el más inolvidable.
La bodega, el comedor y el patio son acogedores y elegantes, el jardín irradia romanticismo. Nosotros nos enamoramos del lugar nada más entrar y supimos que era ahí dónde queríamos celebrar nuestra boda. Y ese día, no cabe duda de que nuestros invitados pensaron lo mismo que nosotros, es un lugar entrañable y lleno de magia.
Siempre habíamos deseado una ceremonia al aire libre, así que elegimos el precioso jardín para la ceremonia, decorado con mucho gusto por Flores Azahar; el aperitivo en el patio, en el que se aprovecharon todos los rincones; la cena en el comedor y el baile a la luz de la luna en el patio de nuevo. Creo que fue la mejor elección que pudimos hacer, porque disfrutamos de todos los espacios, cada uno con su particular encanto.
El día de nuestra boda fue perfecto, no cambiaría nada de él. A pesar de los nervios típicos, sabes que puedes confiar 100% en que todo va a salir bien ya que Laura y Leonor transmiten esa calma que caracteriza a dos expertas en eventos, que te acogen como si fueras de la familia y te sonríen para tranquilizarte.
La combinación entre Bodegas Lalanne y Grupo Mas Farré es inigualable, ningún detalle se les escapa y hacen que todo brille para que los novios, la familia y los amigos puedan disfrutar de cada momento.