«Mañana mismo repetiríamos». Los dos coincidimos en el mismo pensamiento cuando en la boda de unos muy buenos amigos nuestros dijimos, «si algún día nos casamos, tiene que ser aquí».
Y así, sin quererlo, dos años después ahí estábamos.
Imagino que muchos son los clichés utilizados para describir estos días especiales, pero es que ciertamente, todos son pocos para expresar la gratitud que sentimos desde el primer día en que fuimos a informarnos hasta el momento de cerrar la verja de lo que había sido un día memorable.
Sabes que todo ha salido genial cuando todo tu entorno está boquiabierto durante días y al final ese es el mejor recuerdo, porque cuando decides dar un paso así y compartirlo, ese día no solo es para ti, sino también para todos los que has decidido que estén a tu lado.
Todo esto ocurre gracias a dos personas, Leo y Laura. Su tesón, profesionalidad y pasión en cada cosa que hacen, quedó reflejado en un día que quedará para siempre guardado en nuestra memoria y en nuestro corazón.
