«Se cerró la puerta tras nosotros, entonces nos miramos y sonreímos….sabíamos que allí íbamos a celebrar el banquete de nuestra boda.
Era una tarde de Septiembre, nos desplazamos desde las fiestas de nuestro pueblo hasta Bodegas Lalanne para explorar una opción donde celebrar nuestro banquete de bodas. Una vez allí, la cercanía y naturalidad de Leonor nos proporcionó ese punto de seguridad tan necesario en estas situaciones, pero sobretodo «La Bodega». Ese lugar nos enamoró, desprendía aromas, tranquilidad, calidez, elegancia…era perfecto.
Y llegó el día de la boda, no faltó de nada, Leonor y Laura cuidaron hasta el último detalle, todo fue fácil, una velada redonda, acompañados de todos nuestros familiares y amigos. No dudaríamos en repetir de nuevo nuestra boda en Bodegas Lalanne… recordándolo seguimos sonriendo.
Muchísimas gracias por todo.»